Michael Jordan tuvo muchos partidos memorables en su carrera en la NBA, pero el icónico “flu game” (partido de la gripe) es uno de los más especiales, ya que se produjo en las Finales de la NBA de 1997 contra los Utah Jazz, liderados por Karl Malone y John Stockton.
El 11 de junio de 1997, Su Majestad Aérea anotó 38 puntos, capturó siete rebotes, dio cinco asistencias y robó tres balones para liderar a los Chicago Bulls a una victoria por 90-88 sobre los Jazz en el quinto partido de las Finales.
Lo destacado no fue la actuación en sí, sino que Jordan lo hizo en medio de una fiebre, completamente descompuesto.
No fue una gripe
Su entrenador, Tim Grover, reveló en una aparición en «Pardon My Take» y en el documental de Netflix “The Last Dance” la verdadera historia detrás del “flu game” y lo que motivó esta actuación tan especial.
Grover estuvo con Michael Jordan la noche anterior al partido y reveló los detalles de lo que llevó al «flu game» que no fue, como se pensó por años, producto de una gripe o cuadro viral.
“Fue una intoxicación alimentaria, pero suena mejor (decir que fue) un partido de gripe que un partido de intoxicación alimentaria que ni siquiera se pronuncia bien”, dijo Grover en Pardon My Take.
La versión de Grover de lo que ocurrió
“Estábamos en Utah y en aquel entonces el equipo decidió quedarse en Park City. Park City no estaba donde está ahora, ¿verdad? Así que literalmente todo cerró como a las 8:30 (de la noche). No había servicio de habitaciones en el hotel y Michael dijo que tenía hambre. Le dije: ‘Oye, todo está cerrado’, y luego encontré una pizzería que estaba abierta”.
Grover reveló que cinco personas se presentaron en el hotel para entregar la comida y presentía que algo andaba mal, pero Jordan procedió a comer la pizza.
“Éramos como cuatro en la habitación. Nadie comió la pizza excepto él, y no había ningún síntoma de malestar previo”, continuó.
“Y sobre las 3:00 de la tarde recibí una llamada diciendo: ‘Oye, ven a la habitación de MJ’. Estaba literalmente acurrucado en posición fetal. Solo había comido un par de rebanadas: no conocía ninguna gripe que te afectara tan rápido, pero sé cómo afecta una intoxicación alimentaria», dijo Grover al hablar de lo que sintió Jordan después de comer la pizza.
Después de la actuación especial del quinto partido, Jordan aún no se había recuperado del todo, pero eso no impidió que anotara 39 puntos en el sexto partido para liderar a los Bulls a su quinto campeonato de la NBA y el segundo de forma consecutiva.
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