El 12 de junio de 1970, en San Diego, un pitcher llamado Dock Ellis lanzó el cuarto no hit no run en la historia de los Piratas de Pittsburgh para derrotar a los Padres por 2-0. Ponchó a seis bateadores, dio ocho bases por bolas, golpeó a otro con un lanzamiento y permitió tres bases robadas. Y todo esto, según reveló Ellis 14 años más tarde, lo hizo bajo los efectos del LSD.
La historia del no hit no run de Dock Ellis
Los Piratas habían llegado a San Diego el día anterior. Era un día de descanso para los de Pensilvania. Ellis, nacido y criado en Los Ángeles, decidió aprovechar el día para visitar a unos amigos.
Pensó que regresaría con tiempo de sobra para su apertura programada en el primer juego de la doble cartelera. Se tomó una pastilla de ácido, alquiló un coche y se dirigió a casa de la novia de un amigo. Allí, se armó una fiesta con licor y marihuana.
Al día siguiente, Ellis despertó de lo que creyó que era una breve siesta e ingirió más ácido. Entonces, un amigo entró en la habitación con la sección deportiva de un periódico. Ellis tenía previsto lanzar en cuatro horas.
La reacción del lanzador, como reveló al New York Times en 1984, fue preguntar «¿Qué pasó ayer?».
Desde el montículo esa noche, Ellis no siempre veía a su receptor, Jerry May. Cuando lo hacía, rara vez le daba a su objetivo.
En la cuarta entrada, pensó que Richard Nixon era el árbitro del home. En una ocasión, pensó que el bateador era Jimi Hendrix, blandiendo una guitarra. Ellis estaba claramente envuelto en una neblina púrpura de su propia creación.
Una buena defensa ayudó a Ellis a preservar su juego sin hits
Aunque Ellis recordaría más tarde que los Padres llenaron las bases «dos o tres veces» durante su no hitter, ningún jugador de San Diego llegó a la tercera base.
Los Padres estuvieron cerca de conectar un imparable tres veces, pero los fildeadores de los Piratas lo impidieron.
Lo más cerca que los Padres estuvieron de un hit fue cuando el bateador emergente Ramón Webster abrió la séptima entrada con una línea hacia el jardín derecho. Sin embargo, el segunda base Bill Mazeroski, conocido por su capacidad para reaccionar en grandes ocasiones, se lanzó a su izquierda y atrapó la pelota.
Las dos únicas carreras del partido fueron por dos jonrones solitarios de Willie Stargell.
El abridor del juego anterior, Bob Moose, estaba a cargo de llevar el conteo de lanzamientos. Pero abandonó esa tarea para ver al entrenador en la segunda entrada.
Por lo tanto, no hay un recuento exacto de la cantidad de lanzamientos que Ellis realizó camino a su juego sin hits, pero se estima que fueron 150.
La revelación
Dock Ellis decidió revelar la verdadera historia de su juego sin hits que logró el 12 de junio de 1970 al reportero del Pittsburgh Press, Bob Smizik, el 8 de abril de 1984. Fue el mismo día que el medio informó que el lanzador de los Piratas, Rod Scurry, buscaba tratamiento por su adicción a la cocaína.
Quizás Smizik contactó a Ellis, quien entonces trabajaba como consejero de drogas, para hablar sobre la situación de Scurry. En cambio, Smizik consiguió una gran exclusiva.
“Solo recuerdo fragmentos del juego”, le dijo Ellis a Smizik. “Sentí euforia”.
Ellis falleció el 19 de diciembre de 2008 a los 63 años producto de un problema hepático. Dejó registro de 138-119 con promedio de efectividad de 3.46 en el período 1968-79, pasando la mayor parte de su carrera con los Piratas, con quienes ganó una Serie Mundial en 1971.
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