Henry Blanco regresa de forma oficial al Fortín de Guatamare para asumir el mando como manager de los Bravos de Margarita, el mismo equipo donde debutó como estratega en la LVBP. Su llegada no es un simple cambio de rol: es el inicio de una nueva era con ambiciones claras.
El estratega llega respaldado por una campaña inolvidable: campeón de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) con Cardenales de Lara y experiencia reciente como coach de banca con los Nacionales de Washington en las Grandes Ligas. Esa doble vitrina le da autoridad y peso frente a la fanaticada margariteña.
Henry Blanco, “vamos por ese título que la isla espera”
Blanco no anda con eufemismos ni “metas progresivas”. Desde su presentación dejó claro que el objetivo es rotundo: “Las aspiraciones este año son quedar campeones”.
Y añade: “Regalarle a la afición margariteña ese título que se ha esperado durante tanto tiempo”. No hay escalones intermedios: va por la cima de inmediato.
Al describir su retorno, comentó que verlo crecer al equipo le genera emoción, especialmente observando el progreso de jugadores como Carlos Navas o Breyvic Valera. Según Blanco, esta base ya está hecha: “este grupo merece seguir haciendo historia”.
Fortalezas detectadas: ofensiva, pitcheo y química interna
Blanco no se quedó en frases rimbombantes: identificó los puntos fuertes sobre los que trabajará:
- Ofensiva en alza
“Esta ofensiva ha mejorado muchísimo”, comentó. Su plan es seguir apalancando en ese motor ofensivo como pilar del equipo. - Fortalecer el pitcheo
Sabe que los campeonatos no se ganan solo bateando: “Vamos a seguir fortaleciendo el pitcheo, porque esa combinación es la que gana campeonatos en Venezuela”. - Cohesión y compromiso en el clubhouse
El manager destaca que existe un vínculo auténtico dentro del vestuario:
“Estos muchachos me quieren, y yo me debo a ellos… Aquí luchamos y sufrimos juntos.”
Esa cultura de equipo será vital para sostener el empuje durante una temporada larga.
orgullo y autoexigencia
Blanco admitió que, desde las gradas como rival, quedó impresionado con la evolución del club:
“Ver todo lo que han hecho, cómo ha crecido esta organización, fue increíble.”
Volver le genera un orgullo enorme, pero no viene como un turista: “Traigo muchas cosas positivas, las ganas de conseguir ese anillo… Estoy dispuesto a dar el todo por el todo, porque este equipo da para mucho.”
Ese discurso mezcla humildad (reconoce mejoras del pasado) con una ambición desafiante (el “todo por el todo”) — un balance que agrada cuando se busca liderazgo auténtico.
“sin ustedes no seremos los mismos”
Blanco cerró su presentación con un mensaje directo a la fanaticada:
“Cuento con el apoyo de todo el pueblo margariteño. Sin ustedes no seremos los mismos. Este año queremos entregarles un campeonato, porque la isla lo merece.”
Ese guiño al factor emocional es estratégico: quiere conectar con la pasión local para que la afición se sume de lleno al proyecto.
Temporada 2025-26: retos Henry Blanco como mánager de los Bravos de Margarita
Aunque el escenario pinta motivador, hay interrogantes que Blanco deberá gestionar:
- ¿Será viable mantener la ofensiva como arma principal ante la exigencia de series largas?
- ¿Qué tan consistente puede estar el pitcheo bajo presión?
- ¿Cómo responderá la plantilla a la presión de cumplir esa meta absoluta desde el arranque?
La clave estará en cómo convierte el discurso ambicioso en resultados reales. Si logra equilibrar el fuego interno del equipo con disciplina táctica, la “nueva era” tendrá cimientos sólidos.
Henry Blanco aterriza en Bravos de Margarita con urgencia ganadora, visión clara y urgencia emocional. No vino a coordinar entrenamientos: vino a encender pasiones, asumir riesgos y liderar desde el frente. Ahora la pregunta es: ¿tendrá la isla su campeonato con él al timón?
Información de el emergente/ redacción Goal Line
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