Practicar alguna actividad física de forma regular no solo mejora la composición corporal, sino que trae múltiples beneficios en el organismo y la salud mental y emocional, por lo que si quieres sentirte mejor y tener más energía, hacer ejercicio puede marcar la diferencia.
Entre las consecuencias positivas de estar en constante movimiento resaltan tener mejor circulación sanguínea, fortalecer el sistema cardiovascular, conseguir un sueño de mejor calidad y muchos otros beneficios que se suman a la lista.
A esto se le suma que cuando se realiza alguna actividad física, el organismo libera endorfinas, conocidas como las «hormonas de la felicidad», que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad.
¿Cuáles son los beneficios de practicar una actividad física de forma regular?
A menudo, cuando se nombra la palabra ejercicio, las personas que son sedentarias piensan en grandes planes de entrenamiento o jornadas extenuantes. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así.
En este sentido, para experimentar todas las ventajas del ejercicio solo basta con dedicar algunos minutos al día. De esta manera, se pueden prevenir enfermedades crónicas, aumentar la energía y, en general, disfrutar de una mayor calidad de vida.
En la mayoría de los casos, practicar alguna actividad que implique movimiento y ejercicio traerá mejoras en la vida de las personas. Esto ocurre independientemente de su edad, sexo o capacidad física.
Uno de los beneficios más conocidos de hacer ejercicio es controlar el peso. Es decir, ayuda a la persona a perder kilos, mantener el peso que tiene o aumentar a través del desarrollo de la masa muscular.
En el caso de querer perder peso, la actividad física sirve para quemar calorías, de forma tal que mientras más intensa sea la actividad, mayor será el número de calorías quemadas. Una forma sencilla de hacerlo es subir por las escaleras, en lugar de utilizar el ascensor.
Otra de las ventajas de practicar alguna actividad de manera constante es que se pueden prevenir múltiples enfermedades. En este caso, el ejercicio ayuda a prevenir o controlar algunos problemas de salud.
Tales como un ACV, síndrome metabólico, presión arterial alta, diabetes tipo 2, depresión, ansiedad, varios tipos de cáncer, etc. Además, incide positivamente en la mejora de las capacidades cognitivas.
Efectos en las emociones
Cuando algunas personas se sienten estresadas, pueden tomar la iniciativa de salir a caminar para “despejar la mente”. Esto no es un hecho casual, ya que está comprobado que el ejercicio ayuda a liberar la tensión.
Al respecto, la actividad física ejerce un rol fundamental en la estimulación de sustancias químicas cerebrales que pueden influir en mejorar el estado de ánimo de la persona. Por consiguiente, al terminar el ejercicio puede que se sienta menos ansioso y más relajado.
Por otra parte, las personas que se sienten fatigadas pueden hacer ejercicio para aumentar su energía. Aunque pueda parecer contradictorio, si la persona se siente agotada frecuentemente, mantenerse en movimiento le puede resultar beneficioso.
En fin, practicar alguna actividad física de forma regular trae múltiples beneficios a la salud física y mental de las personas. Es importante destacar que no es necesario tener sesiones extenuantes, ya que solo basta con moverse algunos minutos al día.
Información de Mayo Clinic / redacción Goal Line
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