La grasa visceral es esa grasa molesta y persistente que se acumula alrededor del abdomen y parece imposible de reducir.
A diferencia de la grasa subcutánea, que se puede ver y pellizcar, la grasa visceral no se siente al tacto. Esta grasa no solo hace que el abdomen se vea más grande, sino que también puede causar problemas de salud.
Las investigaciones sugieren que tener niveles elevados de grasa visceral aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como cardiopatías, cáncer, diabetes tipo 2, síndrome metabólico y esteatosis hepática. Por eso es importante controlar los niveles de grasa visceral.
Cinco tips para reducir la grasa visceral
Sigue leyendo para descubrir cómo algunas de las cosas que has oído que son «malas» pueden ayudarte a reducir la grasa visceral.
Reduce el ejercicio cardiovascular y aumenta esto
Si bien los ejercicios cardiovasculares queman la mayor cantidad de calorías por minuto, también pueden provocar hambre y hacer que comas en exceso, lo que puede llevar al aumento de peso. En lugar de pasar horas interminables en la cinta de correr o la bicicleta estática, dedica tiempo a caminar y a realizar entrenamiento de fuerza para perder grasa.
Caminar es una forma eficaz de ejercicio que puede ayudarte a perder peso y acelerar tu metabolismo. Cuanto más camines, mejor. Por ejemplo, un estudio reveló que cuanto más caminaba una persona, menos grasa visceral almacenaba. Por otro lado, un mayor tiempo sedentario se asoció con mayores cantidades de grasa visceral.
Además, el entrenamiento de fuerza también contribuye a quemar grasa. Este tipo de entrenamiento aumenta la cantidad de calorías que quemas después de hacer ejercicio. También desarrolla masa muscular con el tiempo, y tener más músculo acelera el metabolismo, lo que puede reducir la grasa visceral.
Consume más grasas (saludables)
Aún quedan atrás los tiempos de la obsesión por las dietas bajas en grasa, pero muchas personas todavía le temen a las grasas. Sin embargo, las investigaciones sugieren que el tipo de grasa que consumes es importante para perder peso.
Por ejemplo, la dieta mediterránea, rica en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas saludables para el corazón, provenientes de alimentos como frutos secos, pescado azul, aceitunas y aceite de oliva, se ha relacionado con un peso corporal más saludable y menos grasa visceral.
Tómate días de descanso
Puede parecer que entrenar constantemente es lo mejor para bajar de peso, pero los días de descanso activo son una parte importante de un estilo de vida saludable. Los días de descanso son necesarios para que tu cuerpo se recupere del desgaste producido por el ejercicio intenso.
Aquí te explicamos por qué: durante el ejercicio, los músculos sufren pequeñas roturas. Un periodo de descanso después del ejercicio permite que los músculos se reparen y se fortalezcan. Los días de descanso reducen el riesgo de lesiones, lo que te ayudará a mantenerte activo a largo plazo.
Consume suficientes calorías
Si has probado todas las dietas de moda o restringes las calorías habitualmente, es posible que necesites comer más. De hecho, el primer hábito número que debes abandonar para bajar de peso es no comer lo suficiente.
Restringir drásticamente las calorías puede aumentar el hambre, lo que puede llevar a comer en exceso. Comer comidas y refrigerios balanceados a diario te mantiene lleno y satisfecho, especialmente si comes a horas regulares durante el día.
Elige comidas bien balanceadas con abundante proteína y fibra, dos nutrientes que contribuyen a la sensación de saciedad.
Tómate un respiro
Si siempre estás ocupado/a, quizás no sientas que tienes tiempo para relajarte y descansar durante el día. Sin embargo, las investigaciones han demostrado consistentemente que el estrés está relacionado con un mayor peso corporal.
Cuando el estrés se vuelve crónico, también puede aumentar los niveles de la hormona del estrés, el cortisol, que le indica al cuerpo que almacene grasa en el abdomen. Por lo tanto, reducir el estrés puede ser fundamental para bajar de peso.
Tomarte un respiro durante el día para meditar, levantarte y moverte o hablar con un amigo/a puede ser el primer paso para reducir la grasa visceral.
Información de Eating Well / Redacción Goal Line
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