La selección juvenil indígena femenina sub-17 del estado Bolívar logró imponerse una vez más como campeona del Campeonato Nacional Indígena Sub-17, organizado por la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) en el estado Lara. Con esta victoria, Bolívar suma su bicampeonato consecutivo, ratificando su dominio en esta competencia.
El equipo oriental llegó al torneo con el estatus de vigente campeona y enfrentó en la final a la selección del estado Zulia, que también había llegado invicta.
El partido fue intenso: en el primer tiempo Zulia se adelantó 1-0. Al inicio de la segunda mitad, Bolívar empató. Luego Zulia volvió a abrir brecha, pero las bolivarenses no se dieron por vencidas y nivelaron el marcador nuevamente. Al cabo del tiempo reglamentario, el duelo seguía empatado y debía definirse por penales.
En la tanda definitiva, Bolívar se impuso 4-2 desde los doce pasos, asegurando el título.
Fortaleza deportiva y mental
Este logro demuestra no solo el talento futbolístico de las jóvenes indígenas bolivarenses, sino también su fortaleza mental en momentos decisivos. Ser campeona en partidos tan parejos exige carácter, concentración y resiliencia.
Zulia presentó un nivel competitivo elevado, lo que hizo del enfrentamiento una verdadera final digna del torneo. Que ambas selecciones llegaran invictas al choque decisivo refuerza la idea de que no fue un triunfo casual, sino fruto del trabajo sistemático en Bolívar.
Ganar dos ediciones seguidas no es un hecho menor. Para Bolívar, supone consolidarse como referente en el fútbol indígena femenino juvenil. Es un mensaje claro: “No solo ganamos, podemos sostener la cima”.
Para el torneo mismo, permite subir los estándares: obliga a que otras selecciones eleven su nivel para competir. El bicampeonato marca un antes y un después, una meta más difícil de alcanzar para los retadores.
Retos y proyecciones futuras luego del Campeonato Nacional Indígena Sub-17
Ahora que Bolívar ostenta el título por segunda vez, viene el desafío de mantener esa supremacía. Las próximas ediciones exigirán renovación, scouting, formación de jóvenes promesas y mantener la motivación.
El torneo indígena femenino sub-17 es un espacio fundamental para visibilizar el talento de comunidades indígenas, fomentar el deporte como herramienta de inclusión y promover la equidad deportiva. Que Bolívar repita título es también una señal de que esa apuesta está produciendo frutos concretos.
Bolívar regaló espectáculo, garra y consistencia. Revalidar el campeonato bajo presión demuestra que el éxito no fue fruto del azar. Este bicampeonato no solo engrandece al estado oriental, sino que inspira a muchas jóvenes indígenas que ven en el fútbol un camino posible.
La final frente a Zulia quedará guardada en la memoria: un duelo parejo, decidido con temple en los penales. Y ese temple es la clave de las grandes selecciones.
Información de radio fe y alegría noticias./ redacción Goal Line
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