A pesar de la persistente controversia, la creatina es un suplemento seguro, eficaz y no presenta efectos secundarios conocidos, según diversos estudios científicos. Esta sustancia, que se encuentra presente de forma natural en la carne y el pescado, desempeña un papel fundamental en la función muscular.
Se sabe desde hace tiempo que el cuerpo necesita entre dos y cuatro gramos de creatina al día, ya sea a través de la dieta o mediante la síntesis hepática a partir de aminoácidos comunes. Sin embargo, a principios de la década de 1990, científicos, entrenadores y atletas comenzaron a preguntarse si consumir más de la cantidad normal podría ser una fórmula para aumentar la fuerza, la potencia y la masa muscular.
Esto dio lugar a varias investigaciones, incluida un artículo de 2020 en la revista científica Nutrients, que descubrió que la suplementación con creatina, combinada con el entrenamiento de fuerza tradicional, permitió a los sujetos de prueba desarrollar más masa muscular y levantar más peso que las personas que recibían el mismo entrenamiento pero con un placebo.
Varias autoridades deportivas, como el Instituto Australiano del Deporte y la Agencia Antidopaje de Estados Unidos, reconocen a la creatina como un suplemento dietético seguro que no solo funciona, sino que es legal según las normas antidopaje, siempre que no esté contaminado con otra sustancia.
Las controversias sobre la seguridad de la creatina persisten
A pesar de estos estudios, en internet siguen circulando rumores de que la creatina tiene efectos secundarios desagradables, como hinchazón, aumento de peso, calambres musculares y diarrea. Incluso existe un rumor, ya desmentido, de que causa pérdida de cabello.
Para intentar llegar a la raíz de este problema, Richard Kreider, director del Laboratorio de Ejercicio y Nutrición Deportiva de la Universidad Texas A&M, y su equipo realizaron un metaanálisis de 685 ensayos clínicos con más de 25 000 participantes.
Sus hallazgos, publicados en abril en la Revista de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva, revelaron que estos efectos secundarios fueron reportados por poco más de una octava parte de las personas que tomaron placebos (13,2 %), y solo un poco más (13,7 %) de quienes tomaron creatina. Esta diferencia es estadísticamente insignificante, por lo que se descarta que la creatina tenga algo que ver.
El principal problema con estos rumores es que, en un día cualquiera, una fracción significativa de la población experimenta alguno de estos síntomas. Y la gente siempre intenta atribuirlos a algo, sin importar que ya se desmintieron científicamente.
Información de Cosmos Magazine / Redacción Goal Line
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