Victor Conte, artífice de un esquema para proporcionar esteroides indetectables a atletas profesionales, falleció el lunes a los 75 años. Así lo informó SNAC System, la empresa de nutrición deportiva que fundó, en una publicación en redes sociales. No se reveló la causa de su muerte.
Entre los deportistas que presuntamente recibieron sustancias prohibidas por parte de Conte se encuentran estrellas del béisbol como Barry Bonds y Jason Giambi, y a la campeona olímpica de atletismo Marion Jones, entre otros.
La investigación del gobierno estadounidense sobre otra empresa fundada por Conte, la Bay Area Laboratory Co-Operative (BALCO), resultó en la condena de Jones, la ciclista de élite Tammy Thomas y el exjugador de la NFL Dana Stubblefield, además de entrenadores, distribuidores, un preparador físico, un químico y un abogado.
Conte, quien cumplió cuatro meses de prisión federal por tráfico de esteroides, habló abiertamente sobre sus famosos exclientes.
Apareció en televisión para afirmar haber visto a Jones, tres veces medallista olímpica, inyectarse la hormona del crecimiento, pero nunca mencionó a Bonds, el poderoso bateador de los Gigantes de San Francisco y quien ostenta el récord de más jonrones en una temporada (73), y de la historia (762).
La investigación dio lugar al libro «Game of Shadows» (Juego de Sombras). Una semana después de su publicación en 2006, el comisionado de béisbol Bud Selig contrató al exlíder de la mayoría del Senado, George John Mitchell, para investigar el uso de esteroides.
Victor Conte fue protagonista en “la era de los esteroides”
Según el informe Mitchell, Conte declaró que vendió esteroides conocidos como «la crema» y «el claro», y que asesoró sobre su uso a decenas de atletas de élite, incluido Giambi, cinco veces All-Star de las Grandes Ligas.
«El uso ilegal de sustancias para mejorar el rendimiento representa una grave amenaza para la integridad del juego», señala el informe Mitchell. «El uso generalizado de estas sustancias por parte de los jugadores perjudica injustamente a los atletas honestos que se niegan a usarlas y pone en entredicho la validez de los récords del béisbol».
Su autor afirmó que los problemas no surgieron de la noche a la mañana: todos los involucrados en el béisbol en las dos décadas anteriores (incluidos los comisionados, los directivos de los clubes, la asociación de jugadores y los propios jugadores) compartían cierta responsabilidad por lo que él denominó «la era de los esteroides”, y de la que Victor Conte formó parte.
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Información de Stuff / Redacción Goal Line
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