El futbolista croata y defensa en el Manchester City, Joško Gvardiol, quien confesó en una entrevista para la BBC que “estaba pensando en dejarlo porque también me gusta el baloncesto”. Durante su paso juvenil por el Dinamo Zagreb, con apenas 16 años, no se sentía cómodo entrenando al nivel esperado: “cuando llegaba al campo de entrenamiento no me sentía feliz, ¿sabes?”.
En ese momento vital adolescente, presión y dudas, Joško Gvardiol contemplaba abandonar el fútbol 11 para dedicarse al baloncesto, atraído por sus amistades que jugaban al aro. Pero dio marcha atrás y aceptó que su futuro estaba en el fútbol, aunque sin imaginar hasta dónde llegaría. “Mi sueño era convertirme en futbolista profesional, pero no sabía que llegaría tan lejos”, explicó.
Joško Gvardiol a punto de dejar el fútbol
La apuesta por seguir en el fútbol rindió frutos pronto. Con 17 años debutó con el primer equipo del Dinamo Zagreb frente al HNK Gorica, destacando lo suficiente para que el RB Leipzig se fijara en él por unos 18 millones de euros. Luego llegó su gran salto: al Manchester City por un montante que lo coloca entre los defensas más caros de la historia.
Joško Gvardiol se planteó: “¿Estoy feliz?”; no se quedó en piloto automático. Esa pausa, ese interrogante, fue la que detonó su evolución.
Lo que viene y los retos por delante
Hoy, a sus 23 años, Gvardiol ya tiene un palmarés en ciernes y un contrato que lo catapulta al estrellato global. Pero el reto no termina: mantenerse al máximo nivel, adaptarse a nuevas exigencias (tácticas, físicas, mediáticas) y convertir ese talento crudo en legado. ¿Puede un joven que casi lo deja todo por una pelota naranja convertirse en pilar de uno de los clubes más exigentes del planeta? Sí. Pero le queda demostrarlo cada semana.
Último tiro… y encesta Joško Gvardiol
Joško Gvardiol casi cambia la cancha de fútbol por la de baloncesto. Ese casi acabó siendo un “sí” al fútbol que pagó de manera espectacular. Es una historia de rutas alternativas que regresan al camino principal cargadas de valor agregado: la decisión, el riesgo, el compromiso.
Y para ti, que estás en proyectos, inversión y cambio continuo, vale el mantra: revisa tus jugadas, cuestiona tus escenarios y apostá por lo que te da impulso. Porque hasta los que dudaron mucho pueden terminar liderando.
Información de as.com / redacción Goal Line
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