Las personas suelen ir al gimnasio “para ponerse en forma y mejorar la salud”. Sin embargo, si se profundiza un poco más, nos daremos cuenta que dos sujetos que se ejercitan en un mismo lugar seguramente tienen objetivos muy diferentes. No solo es una cuestión de perder peso o de ganar fuerza, sino de la mente. Dicho esto, analicemos las distintas mentalidades de entrenamiento y el cómo saber este aspecto puede ayudarte a mejorar tu rutina de ejercicios.
Las cuatro mentalidades de entrenamiento, según especialistas
La mentalidad de estilo de vida
Unos ven el gimnasio como un lugar para ponerse en forma y desarrollar unos abdominales de infarto; otros se centran más en mejorar la salud a largo plazo. Para desarrollar este mindset, es probable que tus objetivos se centren más en la constancia, el equilibrio, además de procurar una vida larga y saludable.
Quizás quieras perder peso y mantenerte en forma para poder salir con los niños; o busques mejorar tu sueño y tu salud mental; o reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.
Tener en cuenta estas razones puede ayudarte con la constancia y la motivación. Si eres de las personas que van al gimnasio con una mentalidad centrada en el estilo de vida, estos son algunos consejos para sacar el máximo provecho de tus sesiones:
- Establece objetivos realistas: la clave es que sean relevantes, alcanzables y medibles en un tiempo determinado
- Cuida tu bienestar: asegúrate de dormir lo suficiente, mantenerte hidratado y controlar tus niveles de estrés
- Disfruta del camino: como casi todo en la vida, puede ser un paso adelante y un paso atrás. No vas a dar lo mejor de ti todos los días. Así que no dejes que esto te desanime
La mentalidad del atleta
La mentalidad del atleta suele tener un objetivo muy específico en mente, como una competición. La preparación mental, la disciplina y la dedicación necesarias para el entrenamiento competitivo son enormes.
Si bien el entrenamiento físico es esencial para el rendimiento, muchos entrenadores y atletas creen que tener la mentalidad adecuada marca la diferencia entre ganar y perder.
Como atleta, necesitas una mentalidad combinada de entrenamiento (crecimiento) y de rendimiento para subir la intensidad cuando importa.
Para una mentalidad de entrenamiento, hay tres claves:
- Establece metas tanto físicas como mentales
- Acepta cualquier error que cometas como una oportunidad para crecer
- Evalúa: pregúntate cómo podrías hacerlo mejor, o en qué aspectos necesitas trabajar
Para una mentalidad de rendimiento:
- Identifica tu mejor estado emocional: ¿En qué mentalidad te encuentras cuando rindes mejor? ¿En qué piensas?
- Desarrolla resiliencia mental: durante el entrenamiento, si las cosas no salen según lo planeado, déjalo ir
- Mantente presente: concéntrate en la tarea en cuestión
La mentalidad de transformación
Todos hemos visto esas increíbles fotos de transformaciones en redes sociales. ¿Pero cómo lograron estas personas perder peso, lograr su récord personal o ganar esos glúteos? La respuesta es simple, al menos en teoría: compromiso, constancia y determinación.
Si estás en un camino de transformación, es importante tener esto en cuenta. No tendrás ganas de entrenar todos los días, pero te presentarás de todas formas. Puede que cometas un desliz, te tomes unas copas y una pizza gigante, pero mañana estarás de vuelta en el buen camino.
- La confianza en uno mismo es crucial si buscas alcanzar un objetivo de fitness, pérdida de peso o fuerza. Tú puedes, y no dejes que nadie (ni siquiera tú mismo) te diga lo contrario
- La determinación es tu aliada: sé decidido y claro con tus objetivos. Escríbelos, cuéntaselos a tus amigos, publica fotos inspiradoras en tu nevera y tenlos presentes cuando entrenes
- El progreso no es lineal: no somos perfectos. Cometemos errores y, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, sentimos que no lo logramos lo suficientemente rápido. ¡No dejes que esto te descarrile! Elige el progreso y la constancia por encima de la perfección.
La mentalidad de bienestar
La cuarta de las mentalidades comunes de entrenamiento (bienestar) es la más holística, ya que se centra en los beneficios físicos y mentales de ir al gimnasio con regularidad.
Quienes tienen este mindset ven el gimnasio como un lugar para crecer como personas, reducir el estrés y disfrutar de las recompensas sociales y emocionales que conlleva.
Para desarrollar esta mentalidad:
- Es importante comprender cómo te sientes ese día. Si estás cansado y un poco apagado, está bien dar un paso atrás y no esforzarte demasiado
- Si te sientes bien, acéptalo y disfruta de la descarga de endorfinas mientras entrenas
Esta mentalidad se trata de desarrollar la autocompasión. Siéntete orgulloso de ti mismo por asistir y valora los beneficios físicos y sociales del entrenamiento, ya que son increíblemente poderosos para el bienestar y la salud general.
Información de LiveFit / Redacción Goal Line
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