Un enorme escándalo sacude los cimientos del fútbol en Turquía, con ocho detenidos y 1024 jugadores suspendidos por la Federación Turca de Fútbol (TFF, por sus siglas en inglés) en el marco de una investigación por apuestas ilegales y amaño de partidos.
Entre los detenidos se encuentra el presidente del Eyüpspor, Murat Ozkaya, quien fue arrestado junto con otras siete personas tras operativos policiales coordinados en 13 provincias, incluyendo Estambul, la capital Ankara e Izmir.
La investigación, dirigida por la División de Delitos Cibernéticos de Estambul y la Fiscalía, también apunta a árbitros y directivos de clubes sospechosos de estar involucrados en apuestas ilegales.
La TFF informó que todos los jugadores suspendidos se remitieron al Consejo Disciplinario del Fútbol Profesional, donde se celebrarán las audiencias correspondientes. La lista incluye a 27 jugadores de la Superliga, la primera división turca, entre ellos el defensa del Galatasaray, Eren Elmali, internacional turco, quien admitió haber realizado una apuesta hace varios años en un partido en el que no participaba su equipo.
Una anterior tanda de medidas disciplinarias resultó en la suspensión de 149 árbitros y asistentes acusados de apostar en partidos que dirigían. Según informes, cientos de árbitros poseían cuentas de apuestas, y algunos realizaron miles de apuestas en los últimos años.
En un comunicado, el presidente de la Federación TFF, İbrahim Hacıosmanoğlu, describió la situación como una “crisis moral en el fútbol turco” y afirmó: “La integridad de nuestro deporte se ha visto comprometida y debemos actuar con decisión para restaurar la confianza”.
Otras consecuencias del escándalo de apuestas en el fútbol de Turquía
La Federación Turca de Fútbol aplazó todos los partidos de tercera y cuarta división durante dos semanas, mientras que los encuentros de la Superliga (primera división) y la segunda se disputarán según lo previsto.
Asimismo, la federación solicitó a la FIFA la aprobación de una prórroga de 15 días para el periodo de fichajes nacional, con el fin de que los clubes puedan sustituir a los jugadores suspendidos y mantener la estabilidad de la competición.
El escándalo salió a la luz a finales del mes de octubre, cuando la TFF anunció que una investigación reveló que 371 de los 571 árbitros en activo de sus ligas profesionales tenían cuentas de apuestas, y 152 de ellos apostaban activamente.
Un árbitro había apostado 18 227 veces y 42 árbitros habían apostado en más de 1000 partidos de fútbol cada uno. Otros, en cambio, solo habían apostado una vez.
Información de Focus Asia Pacific y Al Jazeera / Redacción Goal Line
No dejes de leer: Dallas Mavericks despidió a Nico Harrison, el gerente que traspasó a Luka Dončić, según reportes
Síguenos en nuestras redes sociales y sé parte de nuestra comunidad
